Areopagus of Athens
El Areópago de Atenas

 

Ubicación:  El Areópago una de las tres colinas que se ubican en la parte oeste de la colina de la Acrópolis, entre la Antigua Agorá y la entrada al complejo o “Propileos” [ver mapa].

Características geológicas: Se trata una roca marmórea maciza, de colores azul y rojo oscuro, de aproximadamente 115 m. de altura.

Nombre: “Arios Pagos” (Άρειος Πάγος) en griego antiguo significa “colina de Ares”, dios de la guerra (uno de los doce dioses del Olimpo, hijo de Zeus y Hera), a quien los atenienses dedicaron este lugar. Según una leyenda, Ares fue juzgado allí por los dioses por haber dado muerte a Alirotios, hijo de Poseidón. Otra etimología atribuye el nombre a “Arés-Erinies Pagos” (Αρές-Ερινύες Πάγος), o sea “colina de las Arés”, diosas demoníacas del castigo y la venganza.  Actualmente la Suprema Corte Griega de Ley Civil y Penal lleva el nombre de “Arios Pagos”.

Uso: Era el lugar donde durante el período clásico se reunía el Consejo de Ancianos (s. V a. C.). Más tarde funcionó allí la Corte Judicial de Atenas para tratar casos de homicidio y otros delitos graves. También era un lugar de culto a las diosas Arés-Erinies, y una parte del lugar se usaba como cementerio de  la ciudad. Entre los siglos IV-VI d. C. funcionaron allí algunas escuelas filosóficas. En el s. XVII se construyó una  iglesia dedicada a San Dionisio “el areopagita”, que fue destruida por un sismo a inicios del s. XVIII.

Durante su peregrinaje jubilar a Grecia, Siria y Malta, San Juan Pablo II, Papa, celebró sobre la colina del Areópago una ceremonia ecuménica junto al entonces Arzobispo Ortodoxo de Atenas Cristódulos (4 Mayo 2001).

 

 

La predicación de San Pablo: Alrededor de los años 50-51, al arribar a Atenas venido de Tesalónica, el Apóstol San Pablo se encontró con una gran cultura, ¡qué cultura!, tal vez una de las más acabadas y elevadas en la historia de la humanidad, e inició la gran tarea de evangelizarla. Allí, en la colina del Areópago, dio los primeros pasos de la Evangelización de la cultura en la historia. Ante un auditorio compuesto de refinados espíritus y sensibilidad artística, es decir, ante filósofos, poetas, literarios, historiadores, políticos, escultores, pintores, actores, músicos, cantores, comerciantes, sacerdotes y guerreros, el Apóstol proclamó el Evangelio de Jesucristo. Se puso de pie en medio de ellos, y con la fuerza de una retórica, no de escuelas, sino misionera, comenzó a enderezar el curso de esa cultura, a quien faltaba la presencia y vitalidad del “Dios desconocido”.

 

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El texto de Hechos 17, 15-34 (Biblia de Jerusalén):
15. Los que conducían a Pablo le llevaron hasta Atenas y se volvieron con una orden para Timoteo y Silas de que fueran donde él lo antes posible.
16. Mientras Pablo les esperaba en Atenas, estaba interiormente indignado al ver la ciudad llena de ídolos.
17. Discutía en la sinagoga con los judíos y con los que adoraban a Dios; y diariamente en el ágora con los que por allí se encontraban.
18. Trababan también conversación con él algunos filósofos epicúreos y estoicos. Unos decían: «¿Qué querrá decir este charlatán?» Y otros: «Parece ser un predicador de divinidades extranjeras.» Porque anunciaba a Jesús y la resurrección.
19. Le tomaron y le llevaron al Areópago; y le dijeron: «¿Podemos saber cuál es esa nueva doctrina que tú expones?
20. Pues te oímos decir cosas extrañas y querríamos saber qué es lo que significan.»
21. Todos los atenienses y los forasteros que allí residían en ninguna otra cosa pasaban el tiempo sino en decir u oír la última novedad.
22. Pablo, de pie en medio del Areópago, dijo: «Atenienses, veo que vosotros sois, por todos los conceptos, los más respetuosos de la divinidad.
23. Pues al pasar y contemplar vuestros monumentos sagrados, he encontrado también un altar en el que estaba grabada esta inscripción: «Al Dios desconocido.» Pues bien, lo que adoráis sin conocer, eso os vengo yo a anunciar.
24. «El Dios que hizo el mundo y todo lo que hay en él, que es Señor del cielo y de la tierra, no habita en santuarios fabricados por manos humanas,
25.ni es servido por manos humanas, como si de algo estuviera necesitado, el que a todos da la vida, el aliento y todas las cosas.
26. El creó, de un solo principio, todo el linaje humano, para que habitase sobre toda la faz de la tierra fijando los tiempos determinados y los límites del lugar donde habían de habitar,
27. con el fin de que buscasen la divinidad, para ver si a tientas la buscaban y la hallaban; por más que no se encuentra lejos de cada uno de nosotros;
28. pues en él vivimos, nos movemos y existimos, como han dicho algunos de vosotros: “Porque somos también de su linaje.”
29. «Si somos, pues, del linaje de Dios, no debemos pensar que la divinidad sea algo semejante al oro, la plata o la piedra, modelados por el arte y el ingenio humano.
30. «Dios, pues, pasando por alto los tiempos de la ignorancia, anuncia ahora a los hombres que todos y en todas partes deben convertirse,
31. porque ha fijado el día en que va a juzgar al mundo según justicia, por el hombre que ha destinado, dando a todos una garantía al resucitarlo de entre los muertos.»
32. Al oír la resurrección de los muertos, unos se burlaron y otros dijeron: «Sobre esto ya te oiremos otra vez.»
33. Así salió Pablo de en medio de ellos.
34. Pero algunos hombres se adhirieron a él y creyeron, entre ellos Dionisio Areopagita, una mujer llamada Damaris y algunos otros con ellos.

Atenas, español, varios