Oración para antes del estudio

Inefable Creador,

que del tesoro de tu sabiduría diseñaste las tres jerarquías de los ángeles

y las colocaste con orden admirable sobre el cielo empíreo[1],

y distribuiste elegantísimamente las partes del universo.

Tú, que eres llamado Fuente de luz y sabiduría, y Principio eminentísimo,

dígnate infundir un rayo de tu claridad sobre las tinieblas de mi intelecto,

con las cuales he nacido,

removiendo de mí la doble tiniebla, es decir, el pecado y la ignorancia.

Tú, que haces elocuentes las lenguas de los niños,

instruye mi lengua e infunde la gracia de tu bendición en mis labios.

Dame agudeza en el entender,

capacidad de retener,

método y facilidad en el aprender,

sagacidad de interpretar,

gracia abundante en el hablar.

Dispone el inicio,

dirige el progreso,

provee el éxito.

Tú, que eres verdadero Dios y Hombre,

que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

* Traducción: P. Fernando Bravo, IVE


[1] “cielo empíreo”: es decir, el cielo o firmamento físico a diferencia del “cielo no-empíreo”, o sea el sobrenatural y espiritual.

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